Licor

Las mejores marcas de coñac

El coñac, la bebida más universal creada a partir de destilados procedentes del vino, cuenta con cientos de siglos de historia. Nacido como fruto de un largo tiempo almacenado en barricas de roble, el coñac resultó en un líquido de apariencia ámbar intenso y un aroma de lo más personal.

Pronto se asoció a los entornos pudientes, como símbolo de lujo y distinción. Hoy en día es uno de los productos líderes de exportación en Francia, país donde nació allá por el siglo XVIII. El coñac se toma comúnmente en los aperitivos, e incluso tiene fama de bebida digestiva. Se puede tomar solo o acompañado de un buen cubo de hielo, que potenciará su aroma a medida que enfríe la bebida.

A continuación, os presentamos las 9 mejores marcas para degustar un buen coñac.

9 Rèmy Martin

Tres siglos después de que el joven vinicultor francés, Rèmy Martin, comenzara a vender esta bebida, nos encontramos con una de las marcas de coñacs más influyentes de la historia. Su calidad fue incluso reconocida por reyes, como Luis XV, quien le permitió continuar con la plantación de nuevas vides para elaborar una bebida que le parecía deliciosa.

Desde entonces, nueve generaciones de fabricantes han conseguido llevar, su producto familiar, por toda Europa y Asia, recibiendo elogios por su absoluta calidad. Uno de sus coñacs estrella fue el elaborado con uvas procedentes de Petite y Grande Champagne.

8 Merlet

Al igual que Rèmy Martin – y muchas otras marcas del mundo del coñac – el coñac Merlet es resultado de una empresa familiar, que cuenta con décadas de experiencia. Firmin Merlet fue el que inició esta exitosa carrera familiar dedicada a la elaboración de esta bebida.

La primera de sus elaboraciones fue Brothers Blend, la cual destacó por su calidad y su precio asequible. Brothers Blend está realizado a base de una mezcla de diferentes “eaux de vies”, de entre 4 y 12 años de edad. Su sabor exquisito, de toques frutales y especiado, lo han convertido en uno de los preferidos por los amantes del coñac.

7 Martell

Continuamos de la mano del coñac con más historia del mundo. Hacia finales del siglo XVII, Jean Martell se acomodó en Francia, concretamente en la región de Cognac, y fundó su destilería: Maison Martell.

Se inicia así toda una carrera de éxito en el ámbito de la destilería, llegando a exportar sus productos a países europeos como Alemania, Países Bajos e Inglaterra para, después, dar el salto a América. Fue allí donde encontró a los más relevantes y exclusivo clientes que ningún fabricante podría haber imaginado: Benjamin Franklin y George Washington.

La popularidad de este coñac se debe a su método de destilación artesanal, que ofrece un resultado exquisito y único, propio de la firma Martell.

6 Camus

Cinco generaciones y 151 años de historia preceden el gran éxito del coñac Camus. La firma gozó de la simpatía y aprecio de los más importantes zares. Jean Baptiste Camus comenzó con la elaboración de este coñac familiar, cuya calidad se anunciaba bajo el nombre de Le Grande Marque.

Cada generación fue aportando su toque especial al coñac Camus, pero respetando siempre la esencia familiar, la cual se basaba en las notas frutales y florales sobre el dominante sabor del aguardiente de uva. Los coñacs de la marca Camus se caracterizan por los sabores intensos y deliciosos.

5 Meukow

Dejamos a un lado los nombres franceses para adentrarnos en las destilerías de sabor polaco. La casa Meukow fue fundada en el año 1862 por dos hermanos: Auguste-Christophe et Gustav Meukow, originarios de Silesia. Estos fueron enviados por el zar, Alejandro II de Rusia, con el objetivo de aprovisionar a la corte su país de la exquisita y apreciada bebida, coñac.

Tras varios viajes, los hermanos decidieron fundar la destilería Meukow. Desde el siglo XIX, la casa Meukow se ha caracterizado por elaboraciones que suponen el equilibrio perfecto entre intensidad y suavidad. Su exclusivo diseño, junto a su simbólica pantera, suponen la expresión de la calidad y fortaleza de la marca desde sus inicios.

4 Courvoisier

Estamos, nada más y nada menos que, ante el coñac el elegido para la inauguración de la Torre Eiffel de París.  Como podemos imaginar, es uno de los coñacs que más admiración despierta en toda Francia. Hijo del siglo XIX, el coñac Courvoisier nace de la elaboración de Emmanuel Courvoisier y, el socio de este, Louis Gallois.

La historia de la marca está ligada a la familia de Emmanuel, siendo su hijo Félix quien estableció la empresa Courovisier en Jarnac, en el corazón de la región de Cognac. Desde el nacimiento de esta marca, su éxito ha ido precedido por personalidades como Napoleón Bonaparte o Charles Dickens, ganándose la fama de “el coñac más fino que existe”. Las uvas empleadas en la elaboración de sus coñacs, proceden de más de 800 productores en Grande y Petite Champagne, Borderies y Fins Bois.

En el año 1950, la marca Courvoisier Cognac introdujo las siluetas de Napoleón y la botella Josephine, las cuales gozan de fama y reconocimiento internacional.

3 Hennesy

Estamos ante una de las marcas más famosas a nivel mundial de coñac, el cual nació, hace ya varios siglos, de la mano de Richard Hennesy, uno de los fabricantes más antiguos de esta bebida.

Hennesy trabajó en la corte del rey Luis XVI y, tras su servicio, le obsequiaron con unas tierras en la región francesa de Cognac, de donde procede la bebida que hoy nos ocupa. Hacia 1765, Hennesy inició su carrera en el mundo de los negocios abriendo su propia licorería, aunque sería su hijo quien comenzó con la producción del coñac.

En la actualidad, el coñac Hennesy se ha posicionado como una marca icónica. Tras ella, ocho generaciones han trabajado para dar frutos como Hennessy V.S.O.P. o Hennessy Paradis Impérial.

2 Hine

De nuevo en Jarnac, encontramos el origen de uno de los coñacs más exclusivos jamás creados. El coñac de la casa Hine, con más de 200 años de tradición, comenzó sus andanzas en el año 1817, de la mano de Thomas Hine. 50 años después, se incorporará a la imagen de la marca su reconocible ciervo.

Estamos ante uno de los coñacs de mayor calidad, debido a una extensa tradición y comprensión profunda de los aguardientes. Su maestría ha llevado a convertir a la marca Hine, en la única proveedora de la reina Isabel II.

1 Pierre Ferrand

Procedente de la región de Champagne, en Francia, Pierre Ferrand emplea, únicamente, cepas 100% Grande Champagne, plantadas en Angeac. Esta zona se corresponde a una microparcela de tierras, conocidas por el sobrenombre de “Triángulo Dorado”, que da como un resultado una bebida exquisita y refinada. Cada gota del líquido que conforma el coñac Pierre Ferrand Edición Limitada, lleva un año de elaboración.

La historia de este coñac arrancó en 1702, de la mano de Jacques Ferrand. Una larga tradición, mantenida durante tres siglos, ha creado un coñac de altísima calidad, único en el mundo. Así, 10 generaciones de la familia Ferrand han transmitido sus conocimientos y habilidades en la elaboración de uno de los coñacs más admirados en el mundo de la destilería.

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