Esa generosidad y vigilancia férrea sobre los ingredientes, materiales, tiempos, procesos e incluso los detalles aparentemente más complementarios como el envasado y etiquetado, son la insignia de la calidad y la exclusividad más grande de la casa. Tequila Reserva de la Familia es un destilado que ha pasado la prueba del tiempo junto a los sabores más profundos de México, ahí donde las tradiciones y las herencias ancestrales perviven y resisten. De esta manera es que Tequila Reserva de la Familia se puede disfrutar en tres diferentes y únicas vertientes de expresión, formas que empatan de forma sorprendente con los sabores y los momentos más genuinos:
Platino, recomendable ampliamente por expertos para esos días cálidos y soleados, ideal para ser complementado con platos frescos como ceviche, aguachile o ensaladas. Por su parte,
Reposadoes el grado máximo que puede tener el mejor Tequila suave del mundo, de una riqueza incalculable y un sabor sinigual, que se disfruta mejor después de la cena, o para acompañar postres. En tanto,
Extra Añejoencarna la condensación más pura y consistente del Tequila, una tesis férrea que demuestra siempre con carácter lo mejor del tiempo y su pureza; la grandeza convertida en una bebida superior que se disfruta y reconoce en todo momento.
Grandeza, el mayor legado
Como el estandarte más sólido del Tequila que existe a nivel mundial, José Cuervo ha logrado con Reserva de la Familia el reconocimiento consciente y exclusivo no sólo de su propia calidad y grandeza, sino también la de un país fuerte, preocupada por defender y mantener vivos nuestros valores pese al paso del tiempo. Es así como la identidad, la herencia y la pureza cobran vida desde los agaves, la tierra y sus procesos, pero también fuera de ellos. Al interior de la cocina y sobre la mesa en donde el amor, el cuidado y la pasión son también identidad mexicana, ahí habitan iniciativas como festival COA, una celebración de los sabores y conocimientos que nos dan vida, presentado por el Tequila Reserva de la Familia.